Esta mañana después de escuchar en la radio, por enésima vez, algunas de las consecuencias de la crisis actual, me ha surgido la pregunta, que estoy segura que más de uno de ustedes se debe de haber formulado alguna vez, ¿somos realmente libres o lo que se nos prometió en la Declaración Universal de los Derechos Humanos, donde dice aquello de: “Todos los hombres nacen libres e iguales en dignidad y derechos y, dotados como están de razón y conciencia, deben comportarse fraternalmente los unos con los otros”, es una utopía? A pesar de que en el 2001, la Conferencia Mundial contra el Racismo, calificó la esclavitud de crimen contra la Humanidad , estoy segura de que, a día de hoy, no somos esclavos de un terrateniente opresor, ni de un autócrata despiadado, sino de otros poderes menos tangibles. De repente, y sin que supiéramos por qué, nos invitaron a instalarnos en la sociedad del bienestar, a un nivel que, probablemente, no nos correspondía, y aspiramos a ser felices con excesiva facilidad. Entonces vendimos el alma a los bancos, que suministraban hipotecas a diestro y siniestro para obtener la casita adosada de nuestros sueños. A las financieras, que nos proporcionaban el mobiliario, el televisor de plasma, el coche y un viaje a Madagascar. Nos colocamos la soga en el cuello, y ahora estamos irritados porque el mundo no nos quiere y nada volverá a ser como antes.
Así las cosas, la respuesta es clara, pero no creo que la gran mayoría de los ciudadanos de a pie seamos tan cretinos para meternos nosotros solitos en semejante embolado. Alguien debió de inducirnos, de “comernos el coco”, como se dice vulgarmente, para que creyéramos que todo aquello era posible. Por supuesto que sí, los individuos más poderosos de la Tierra : Los integrantes del Club Bilderberg, que cada vez que se reúnen el mundo entero se transforma para siempre.
La historia de este club se inició en 1954, cuando el príncipe Bernardo de Holanda, marido de
la entonces reina Juliana y padre de la actual soberana de los Países Bajos, en colaboración con el político polaco Joseph Retinger, reunió en el hotel Bilderberg de Arnhem (Bélgica), que posteriormente daría nombre al grupo, a los líderes políticos y financieros del mundo occidental, con la intención de organizar entidades supranacionales, económicas y políticas, que pudieran auspiciar la supremacía de Estados Unidos, y favorecer una mayor globalización, que permitiera hacer frente a la expansión de los países soviéticos. Las conclusiones, que se derivarían de aquel encuentro servirían de referencia a los presentes en sus actuaciones futuras, pero no tendrían carácter ejecutivo. Desde entonces las reuniones se suceden todos los años en distintos lugares del mundo y la premisa sigue siendo la misma, aunque el Grupo se haya convertido en un poder fáctico. No se notifica el acontecimiento a los medios de comunicación y se caracteriza por su hermetismo y aislamiento. El último encuentro tuvo lugar el primer fin de semana del mes de junio de 2010 en el hotel Dolce de Sitges (Barcelona)
La organización del club es propia de una sociedad secreta: Diez personas integran el comité central, y una treintena podrían calificarse como socios. Desde sus inicios forman parte de esta sociedad, y por encima de todos los integrantes, el magnate David Rockefeller y el ideólogo Henry Kissinger. Y entre los miembros fijos, que acuden todos los años a la cita se encuentran el Secretario General de la OTAN , el Secretario de Estado norteamericano, miembros destacados del Consejo de Europa, los directores del Banco Mundial y el Fondo Monetario Internacional, así como algunos de los empresarios más importantes del mundo. Desde 1991, acude a estas reuniones Su Majestad la Reina Sofía de España. ¿Qué les parece a ustedes? ¿Será verdad que la fortuna del Rey es tan importante como dicen?.
Daniel Estulin cuenta que:
Los amos del mundo intentan hacer que la gente se sienta “buena y responsable” cuando hacen lo que ellos disponen, durante los últimos treinta años, la población se ha vuelto cada vez más obediente y sumisa. Para saber hasta dónde pueden llegar sin que se subleve, están realizando múltiples experimentos como la actual campaña contra el tabaco. Que la gente fume o no, no es algo tan importante para los gobiernos como parece. Mucho más nefasto para la salud de la población son los gases que sueltan los coches contra los que no se hace nada. Aunque los técnicos que aplican las campañas, crean fervientemente en su necesidad, desde arriba es solo un experimento más sobre la sumisión de la población, y deben estar bastante contentos con los resultados.
Dentro de la sociedad civil hay un pacto de silencio y pasividad. Tal vez muchos se den cuenta de que no se puede defender la democracia destruyéndola, pero deciden callar y seguir en sus cómodas rutinas cotidianas: lo que ocurra no les afecta. El problema es que si les afecta. La batalla se está librando en este preciso instante y la dictadura global –el Gobierno Mundial Único– va ganando.
Cuando el Club celebra sus reuniones, inevitablemente le siguen la guerra, el hambre, la pobreza, el derrocamiento de los gobiernos, y abruptos y sorprendentes cambios sociales y monetarios.
Para controlar nuestra reacción ante acontecimientos creados, el Grupo Bilderberg, cuenta con nuestras respuestas pasivas y sumisas y no se verá decepcionado mientras nosotros, como mundo libre, sigamos respondiendo igual que lo hemos hecho hasta ahora.
Los medios de comunicación hace mucho que forman parte del mundo de las elites. La prensa libre es un mito porque es propiedad de los poderosos. Sólo cuando sea propiedad de muchos ciudadanos anónimos será posible la existencia de una prensa realmente libre, basada en “nuestro derecho a saber”. Ésta es otra cuestión oculta, por activa y por pasiva. ¡Los periódicos importantes, las radios nacionales y las cadenas de televisión se niegan a cubrir el tema y no se atreven a hablar de él!
El Club Bilderberg está luchando por romper la fortaleza psicológica del individuo y dejarlo sin defensas. Uno de los muchos medios para conseguir este propósito esta siendo la insistencia actual en potenciar el trabajo en equipo en la educación y en el ámbito laboral, de manera que la gente se acostumbre a renunciar a sus propias ideas en beneficio del grupo. Cada vez son menos los que defienden el pensamiento individualista y crítico. Estamos llegando a una situación en que los “lobos solitarios” empiezan a sentirse avergonzados de su existencia. Con respecto al ámbito educativo, también es imprescindible dar a conocer que los estudios realizados por el Club Bilderberg demuestran que han conseguido bajar el Coeficiente Intelectual de la población, gracias principalmente a la reducción de la calidad de la enseñanza planeada y ejecutada hace años por el Club, aunque por supuesto, públicamente se lanza la noticia de que el Coeficiente Intelectual medio está subiendo. Ellos saben que cuanto menor sea el nivel intelectual de los individuos, menor es su capacidad de resistencia al sistema impuesto. Para conseguirlo, no solo han manipulado a los colegios y a las empresas, sino que se han apoyado en su arma más letal: la televisión y sus “programas basura” para alejar a la población de situaciones estimulantes y conseguir así adormecerla.
Desde 1994, cuando David Rockefeller exigió que se acelerasen los planes para el empuje final de la conquista global, toda la población del planeta se ha visto abrumada con una crisis financiera y ambiental después de otra, paralizada por un terror de baja intensidad.
Fragmentos de la Verdadera Historia del Club Bilderberg de Daniel Estulin, páginas 15, 17, 19, 21, 22 y 23.
Y para muestra un botón, del 11 al 14 de mayo de 1989, los amos del mundo se reunieron en la isla de la Toja , y entre otros muchos asuntos debatieron la “muerte política” de Margaret Thatcher, cuyo exagerado nacionalismo resultaba molesto para los planes del Grupo. En otras palabras, no se anduvieron con filantropías, la Dama de Hierro les incomodaba y por arte de magia la barrieron de la escena internacional.
Daniel Estulin también pública una lista de los asistentes a la reunión de Baviera en el año 2005, y espero que les causen igual sorpresa que a mí la presencia de los siguientes personajes:
–Taylor J. Martin, consejero internacional de Goldman Sachs.
–Akermann Josef, presidente del comité ejecutivo del grupo Deutsche Bank.
–Almunia Amann, Joaquín, comisario europeo
–Durao Barroso, José M. presidente de la comisión europea
–F, Beytout, Nicolás, redactor jefe de Le Figaro.
–Cebrián, José Luís, presidente del grupo PRISA
–David, George A. presidente de Coca-Cola HBC;SA.
–Su Majestad la reina Sofía de España.
–Ángela Merkel, entonces presidenta de la Chrislich Demokratische Union y hoy canciller de Alemania.
–Rato Figaredo Rodrigo, entonces miembro del Fondo Monetario Internacional, hoy Presidente de Caja Madrid.
–Sebastián Gascón, Miguel, entonces consejero económico del presidente del gobierno, Sr. Rodríguez Zapatero, hoy Ministro de Industria.
–Rodríguez Inciarte, Matías, vicepresidente ejecutivo del Grupo Santander.
–Su Majestad la reina Beatriz de Holanda.
–Trichet, Jean Claude, Gobernador del Banco Central Europeo.
Y muchos otros nombres tan conocidos como los que acabo de mencionar. Para que luego nos digan que esta crisis nadie la esperaba, en lugar de hacernos saber que ellos la provocaron para enriquecerse todavía más a costa de la desgracia de las gentes. Como ven ahora somos esclavos de los amos del mundo. Les invito a la reflexión.
Buenas noches
muy buena reflexión y crítica.
ResponderEliminarEstimada María, dónde puedo hacerme del informe original? Le reconozco que soy algo escéptico de las teorías conspirativas sobre el control mundial. Que cada uno que llega a una posición de poder quiere atornillarse a ella, no lo dudo. Que conspire abiertamente para idiotizar a Occidente, ya me cuesta mas creerlo... y a la luz de lo que ha averiguado este señor, ese club no parece tan secreto. Pero, el rigor ante todo! Si hay más datos, los quiero conocer.
ResponderEliminarSaludos!
Estimado Filippos:
ResponderEliminarTe recomiendo que leas "La Verdadera Historia del Club Bilderberg" y "Los Secretos del Club Bilderberg", ambos de Daniel Estulin, un escritor lituano antiguo miembro de la KGB, quizá por eso no se atreven con él.
Luego está "El Club Bilderberg. Los Amos del Mundo" de Cristina Martinez Jimenez quien dice:
"No actuan por dinero. Tienen muchísimo. Actuan por poder. El objetivo es el poder absoluto. Convertir a la gente en esclavos". Aunque, personalmente prefiero los dos primeros.
Recientemente Stéphane Hessel, el único autor que sigue con vida de la Declaración de los Derechos Humanos, acaba de publicar un libro titulado: ¡Indignaos! y en el prólogo José Luís Sampedro dice así:"¡Indignaos!Hoy se trata de no sucumbir bajo el huracán destructor del consumismo voraz y la distracción mediática mientras nos aplican los recortes. ¡Indignaos! sin violencia. Algo debe de haber en todo esto, Filippos.
Ha raíz de que el año pasado el Club Bilderberg se reunió en Barcelona, se publicaron algunos artículos en revistas de Historia, que si te interesa te daré las referencias y es posible que los puedas leer en Internet. Los medios de comunicación lo pasaron casi por alto, solo comentaron que el Presidente del Gobierno acudió a darles la bienvenida, y te puedo asegurar que el hotel de Sitges dónde se alojaban era una fortaleza inexpugnable.
Saludos corsiales