Poco podía imaginarse el emperador Franz Josef I de Austria-Hungría, enterrado en la Cripta de los Capuchinos de Viena hace noventa y cuatro años y con su imperio desaparecido acabada la Gran Guerra , que lo que dijo a su hijo, en un arrebato de autocrática cólera; a día de hoy estaría vigente a muchos kilómetros de su imperial mausoleo. Sí, sí, en Cataluña, principado que uno de sus antepasados, el archiduque Carlos, disputó a Felipe V en la Guerra de Sucesión Española. Y hasta es posible que la señora Ortega, hoy vicepresidenta de la Generalitat , acompañada del Sr. Durán i Lleida, el Once de Septiembre de algún año del pasado reciente, haya depositado flores en el monumento a Rafael de Casanova, conseller en cap, herido cuando comandaba el contraataque de la milicia barcelonesa antes de que se rindiera frente a las tropas borbónicas del duque de Berwick, episodio de triste memoria para los catalanes. Y es que el mundo es un pañuelo, señora. De todas formas no le vamos a preguntar si dejó allí un ramo de rosas, no vaya a ser que no nos diga la verdad. Y ustedes se preguntarán ¿a qué viene todo esto? Pues bien, pasaremos a relatar el papel de los actores en tan complicado jeroglífico.
Decía el emperador, autócrata convencido, a su hijo, el kronprinz Rudolf , liberal desde su juventud, y que constantemente se rebelaba frente a la oligarquía de su padre: “El poder debe estar en manos del monarca y sus ministros, que siempre habrás de escoger entre los aristócratas de la Corte , para que puedas prescindir de sus gestiones cuando más te convenga, ya que un noble no tendrá inconveniente en cesar de su cargo, posee una fortuna personal que le avala para seguir viviendo como hasta entonces, y después de su renuncia volverá a dedicarse a sus anteriores quehaceres sin el menor problema. De lo contrario, si das la supremacía al pueblo y te rodeas de consejeros, que de repente pasan a tener unos privilegios que nunca antes habían podido imaginar, te será muy difícil cesarlos, porque cuando se alejen de las esferas del poder, carecerán de medios para mantener el mismo nivel de vida que llevaban en el momento en que te prestaban sus servicios, y se aferraran a sus puestos, con tal de no verse arrojados de nuevo a los mediocres empleos que desempeñaban antes de asumir las atribuciones que un día les concediste, y no podrás deshacerte de ellos cuando quieras”.
Evidentemente, Su Majestad, no convenció al príncipe heredero, que tal vez ahora, si se enfrentara a lo que últimamente hemos tenido que ver en Cataluña, y también en el resto de España, atendiendo a la mediocridad del Ejecutivo estatal, cambiaría de parecer.
Resulta que el pasado 28 de noviembre escogimos al señor Artur Más como Presidente de la Generalitat , que nos prometió el Gobierno de los mejores. Un mensaje esperanzador después de la nefasta gestión del tripartito. Pero a los tres meses la promesa se ha esfumado. Parece ser que la vicepresidenta del Gobierno catalán, señora Joana Ortega infló su currículum, y de la noche a la mañana acaba de perder su licenciatura en psicología. Ahora en la web oficial de la Generalitat , en la de su partido Unió Democràtica de Catalunya y en su propio blog, donde hasta hace unos días aparecía como licenciada en dicha materia, su trayectoria universitaria ha perdido brillantez y acaba de ser sustituida por un discreto, formada en psicología, después de que se aireara su desliz, calificado por la susodicha como error involuntario, mientras que la oposición la obsequiaba con toda clase de adjetivos. Señora mía, formados lo estamos todos, el panadero en panadería, la secretaria en secretaría, el fontanero en fontanería y hasta una servidora, para escribir tan medianamente, se formó en una escuela de escritura, lo que no quiere decir que se haya convertido en periodista. No nos confunda usted, ¿no la advertían las monjitas del colegio del Sagrado Corazón de Sarriá que no está bien decir mentiras? Porque yo también fui a un colegio de monjas ¿sabe usted? y me lo repetían todos los días. El señor Más, dijo ayer en la cadena Ser: “El actual Gobierno de la Generalitat puede transmitir confianza, somos gente seria que cumple con sus compromisos y deberes…”
Y me pregunto yo, que no entiendo de mentideros políticos pero sí de sentido común ¿Qué clase de confianza nos puede transmitir la señora Ortega si a la primera de cambio nos engaña? Y no la acuso a usted, Honorable Señora, de no haber finalizado una carrera universitaria, hay individuos con doctorados y masters que son unos perfectos ineptos, y gente muy válida en su trabajo que carece de titulación. Lo único que le recrimino es que no nos haya dicho la verdad, y me cuesta aceptar sus disculpas, porque en un país serio ya le habrían exigido que dimitiera, si no que se lo pregunten al ex ministro alemán Zu Guttenberg que cesó por haber plagiado su tesis doctoral. Y aquí es cuando me remito a las palabras de aquel emperador, que un día rigió los destinos del centro de Europa. Recuerden: “Si das la supremacía al pueblo…etc…etc” ¡Que difícil es marcharse! ¿Verdad señora Ortega? Pero más triste es para sus electores descubrir que no les toca otro remedio que apechugar que se ha burlado usted de ellos…Pero que más le da, como sabe que estamos en un país de opereta, sigue aferrada al cargo y la palabra dimisión no entra en su vocabulario..
Y ahora hablaremos del tercero en discordia, Josep Antoni Durán i Lleida, el virrey de la coalición, a quién le sacó de quicio la revelación del desliz curricular de la señora Ortega y atacó a los responsables de propagarlo. Primero se manifestó en contra de los directivos de la televisión pública catalana, que como no habían sido cesados pese a que fueron nombrados por el gobierno anterior, se permitieron estas licencias. Después se enfadó con el señor López Tena, notario de profesión, y diputado al Parlamento catalán por Solidaritat, luego excusó a la vicepresidenta de haberse atribuido un título que no le correspondía: “Tú no has falsificado ningún documento –le dijo–, ni público ni privado, tú ni caso. No es lo mismo un error en un currículum que, por ejemplo, un notario deje en blanco unas hojas de su protocolo, ya entiendes de qué te estoy hablando”.
La alusión al señor López Tena era clara como el agua, en el pasado había sido expedientado por esas prácticas, pero el diputado no se amilanó y le contestó sin tapujos desde su blog: “Evidentemente que no es igual, como no es igual la presunta actuación de la señora Ortega a que el secretario general de un partido político sea un corrupto, cobre comisiones, venda enmiendas de leyes, premie con cargos a sus amantes y ex amantes, y dedique dinero público a financiar su vida sexual, variada y extensa. Ya me entiende usted de quién estoy hablando, ¿verdad señor Duran?” Y si esto no es cierto, no comprendo por qué el señor Durán no se ha ido a toda prisa al juzgado de guardia a denunciar por injurias al Sr. López Tena. Dicho sea de paso, me interesa bien poco la vida sexual de este sujeto, siempre que pueda probar que se la financia de su propio bolsillo, y no creo que la sangre vaya a llegar al río.
Pero el virrey de la coalición en su afán de exonerar de toda culpabilidad a la vicepresidenta ha olvidado que el pueblo es soberano y de nosotros dependen sus cargos políticos, y pienso yo, aunque tal vez esté equivocada, que merecemos toda clase de disculpas por parte de la señora Ortega. ¡Menudo par de bemoles los del señor Durán! Y si después de este jaleo, sigue siendo el político más valorado por los españoles en las encuestas, y el señor Más cree haber aglutinado a su alrededor al Gobierno de los mejores, invito a los electores a reflexionar seriamente.
Buenas noches.
María Bastitz
ME ENCANTÓ.
ResponderEliminarÁNIMO Y A SEGUIR ESCRIBIENDO. TUS FANS ESPERAMOS TUS TEXTOS. FELIZ NOCHE.
Gracias, amigos. Lamento haber descubierto este comentario tan tarde.
ResponderEliminarSaludos cordiales