Estimados lectores y amigos:
Aquí están las respuestas a las preguntas que me habéis hecho llegar por otros conductos diferentes a los del blog, para que las transmitiera a “Ciudadano Global”. A partir de ahora, cuando os surja una duda en cualquiera de sus próximos artículos, la exponéis en esta página, y os la contestará directamente.
Saludos
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Quisiera transmitir a Ciudadano Global, con respecto a la crisis, lo que considero uno de los mayores inconvenientes en el modelo económico actual. Hasta ahora nuestra economía se ha basado en el ladrillo. En este momento ni en eso. No hay industria. Antes tuvimos dos focos importantes; Cataluña y País Vasco, que en el proceso de máxima expansión de la Revolución Industrial en nuestro país, no le llegaban a Alemania ni a la suela del zapato, pero al menos era algo. En la actualidad, de esa etapa industrial sólo quedan sombras. En Mallorca, desgraciadamente, la industria de perlas y muebles ya es historia. Majórica daba trabajo a todo un pueblo, el año pasado demolieron la fabrica madre para construir edificios de viviendas, y en cuanto a la industria del mueble, ha desparecido, y todo lo que se vende en esta zona ha sido comprado en el exterior. En fin el modelo económico es nefasto para superar una crisis. Más que nefasto, es casi inexistente.
Respuesta:
Estoy de acuerdo con su análisis sobre el modelo económico y lamento lo que desgraciadamente está ocurriendo en Mallorca al igual que en otras zonas de España. En efecto, uno de los mayores problemas es el desarrollo durante los últimos 10 o 15 años de un sistema que no ha tenido presente la diversificación industrial y el ahorro. El depender excesivamente del sector de la construcción para garantizar nuestro crecimiento, ha hecho que al estallar la burbuja inmobiliaria, se hayan hundido grandes constructoras y con ellas las pequeñas y medianas empresas productoras de bienes industriales y servicios relacionados con el ladrillo. Por esta razón me parece lamentable que aún se afirmé que deberíamos ayudar a las constructoras para que puedan reactivar su producción. El otro punto importante en el que quiero hacer hincapié sería que el Estado permitió que los beneficios derivados de este sector no se invirtieran en el desarrollo de un tejido industrial que garantizase la sostenibilidad económica, y se destinaran al consumo y permanente endeudamiento de las economías domésticas y los entes públicos. Por todo ello, les recomiendo encarecidamente que lean sobre la burbuja inmobiliaria que estalló en Japón a principios de los años noventa y que condujo al país hacia la denominada “década perdida” momento en el que la economía se estancó. Y en mi opinión, España, al igual que Japón, afrontará un periodo de largo estancamiento.
Quizá el nombre de Keynes lo henos utilizado demasiado, pero gracias a él hemos comido cincuenta años. Fue quien describió los distintos círculos económicos tal como usted nos explicó en su artículo, pero también dijo que la economía acababa restableciéndose por si sola, aunque el proceso fuera largo. En el contexto actual ¿Cree usted que esto puede suceder? Agradeceré su respuesta.
Respuesta:
Esencialmente, fueron los teóricos clásicos quienes entendían que la economía se reequilibraba por sí misma, pues dependía de un ajuste del mercado de trabajo. Y como hemos visto el gran problema de la situación de decrecimiento es el paro que genera. Contrariamente a esta filosofía, Keynes señalaba que cuando la economía entraba en la fase de mayor descenso del periodo, se producía un círculo vicioso del que no se podía salir sin una inversión importante por parte del Gobierno, o de lo contrario, la bajada del consumo generaría un exceso de mano de obra y aumentaría el nivel de desempleo y los nuevos parados, que verían disminuida su renta per cápita, reducirían su consumo y se generaría un mayor desempleo. Así las cosas, la injerencia del Estado es necesaria para romper este círculo mediante una bajada de impuestos y un aumento del gasto público. Con todo lo expuesto hasta ahora, la dificultad actual para romper este espiral catastrófico se debe a que el Ejecutivo no puede ejercer de motor de reactivación ya que está endeudado hasta las cejas. Y se está aplicando primero, una reducción de la deuda pública, a fin de poder hacer frente después a la inversión necesaria que requiere la economía. Pero este proceso de austeridad va a ser excepcionalmente largo y deberá acompañarse de una restructuración de la deuda ya que a las dificultades expuestas hasta este momento cabe añadir la imposibilidad de retornar los intereses generados por el endeudamiento en los plazos fijados a día de hoy.
¿Hay alguna voz que apunte a que la eurozona no sea tan beneficiosa como se pensaba?
Respuesta:
Cada vez hay más voces que van hacia esta dirección, sin embargo, me parece que un regreso hipotético a la peseta en España o al dracma en Grecia provocaría que los Bancos Centrales de dichos países decidieran devaluar la moneda para pagar la deuda lo cual generaría, como mínimo, dos efectos negativos. En primer lugar, se produciría una tendencia hiperinflacionista, situación parecida a la que se encontró Alemania en los años veinte cuando devaluó el marco para pagar sus deudas de guerra. En segundo lugar, se generarían aún más recelos en los mercados financieros exteriores y por lo tanto más dificultades para conseguir crédito. Por todo esto creo que sería sumamente irresponsable y precipitado.
¿Ha perdido España la posibilidad de ejercer medidas económicas soberanas?
Respuesta:
Es bien cierto que a efectos prácticos España ha perdido o mejor dicho “cedido” parte de su soberanía económica. Ya desde la aceptación del Mercado Único, la Unión Aduanera, y la entrada en la Organización Mundial del Comercio (OMC), se cedió una parte importante de la capacidad de establecer barreras arancelarias. Con la creación de la Unión Económica y Monetaria (UEM) se ha ido un paso más adelante y ya no son los Bancos Centrales de los países de la Zona Euro los que controlan la Política Monetaria si no el Banco Central Europeo (BCE).
¿Por qué hay voces en la prensa que señalan a la zona euro como un lastre y hacen comparaciones con Estados Unidos, ante la imposibilidad de que Europa se ponga de acuerdo en devaluar la moneda? Ya sé que lo que conviene a un país no es lo mejor para otro…
Respuesta:
Se ha hecho mucha demagogia sobre la zona euro y los llamados “Países periféricos”. Es cierto que el despilfarro ha sido importante y nos ha llevado a esta situación pero los bancos privados, básicamente alemanes y franceses, han contribuido a semejante irresponsabilidad prestando créditos a diestro y siniestro y ganando cuantiosos beneficios a costa de nuestro afán consumista y de endeudamiento. Evidentemente, la prensa sensacionalista y el contribuyente francés o alemán sólo ve que durante muchos años los países del sur de Europa han gastado los fondos de cohesión y ahora también tienen que seguir pagando a través de rescates del FMI y el BCE. Pero lo que no saben o no quieren saber es que los denominados rescates sirven para comprar deuda de los países del Sur que ya no se pueden ser financiados por los bancos privados, que se deshacen de los activos de Grecia y de los bonos basura de otros países. En definitiva, el gran drama europeo actual es que tenemos una unión monetaria y económica a nivel institucional (Sistema de Bancos Centrales Europeos y BCE) pero en cambio no se han producido las sinergias económicas necesarias entre los países, atendiendo a que los del Norte y centro de Europa requieren políticas distintas a los del Sur.
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Os adjunto este link: http://www.youtube.com/watch?v=mk6vgZGdar8 que Ciudadano Global me ha mandado para completar la información.
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