Carta
abierta a Pilar
Rahola
Estimada
señora:
Cada lunes,
escucho la tertulia
de RAC-1 con la
esperanza de
que habrá aprendido
usted educación, y
desgraciadamente tengo que
repetirme a mi
misma que: La miel
no está hecha
para la boca
del asno, en
el sentido que
de sus labios
solo salen palabras
soeces, que hieren
a sus contertulianos. Grita
y grita, como
una vulgar verdulera
para que se
la oiga más
que al resto
de invitados, aunque
desde que el
señor Marius Carol
ha sido nombrado
director de La
Vanguardia, periódico en
el que usted
colabora, ya no
interrumpe sus razonamientos, como
hacía antes, no
vaya a ser
que, como se
dice vulgarmente, que
la ponga a
usted de patitas
en la calle.
Aunque bien
mirado, señora, todos
estas consideraciones me
traerían al pairo,
si no fuera
porque usted miente
reiteradamente, y con
sus arengas nacionalistas
es capaz de hacer perder
los nervios a más de
un historiador, cuando
no se cansa
de repetir que,
desde tiempos inmemoriales,
Catalunya es una
nación. Pues bien, señora
Rahola, la creía
a usted más
culta, dado que
el concepto de
nación no es
de los tiempos
de Wifredo el
Velloso, sino de
finales del siglo
XIX.
Nicolás
Maquiavelo, señora, que
espero que sepa
de quien se
trata, decía: Más fácilmente
se
conserva una ciudad
acostumbrada a vivir
libre a través
de sus propios
ciudadanos, que de cualquier
otra manera, siempre
que no se
la quiera destruir.
Nos proporcionan ejemplos
los espartanos y
los romanos. Los primeros
conservaron Atenas y
Tebas por medio
de una oligarquía;
no obstante al
final las perdieron.
Los romanos para
conservar Capua, Cartago
y Numancia, las
demolieron y no
las perdieron. Quisieron
conservar Grecia de
manera parecida a
los espartanos, haciéndola
libre y dejándole
sus leyes pero
no lo consiguieron;
de modo que
se vieron forzados
a destruir muchas
ciudades de aquel
país a fin de conservarlo.
Pues en verdad
no hay otro
modo de poseer
tales estados que
destruyéndolos. Y quien
pasa a ser
señor de una ciudad acostumbrada
a vivir libre
y no la
destruye, que espere
ser destruido por
ella, pues la
rebelión siempre encontrará
refugio y justificación
en nombre de
la libertad y
de sus antiguas
instituciones, cosas que
jamás se olvidan
a pesar del
paso del tiempo
y de la
generosidad del nuevo
señor…El Príncipe página
53.
¿Quiere
que nos ocurra
algo así, señora?
No le parece
que ya tuvimos
suficiente con el
general Espartero, que
quería bombardear Barcelona
cada cincuenta años,
se lo aclaro para
que no se
haga usted un
embrollo parecido al
de la independencia
de Kosovo y el
Tribunal de La
Haya. Les dejo
el link, que
una buena amiga
me ha facilitado,
para que mis
lectores se pongan
al corriente del
asunto: http://www.cronicaglobal.com/es/notices/2013/12/asi-construye-sus-bulos-el-nacionalismo-3375
No
nos adoctrine usted,
señora, como si
fuéramos niños de párvulos. Los
catalanes somos gente madura
que no necesitamos
sus zafias y
tendenciosas opiniones, que
además de ser
erróneas, en muchos
casos, las expone
usted con tal
mal gusto y
mala pata, que
en lugar de ser considerada
una periodista de
referencia parece usted
una portera chismosa.
Ah,
se me olvidaba
preguntarle si ¿conoce
usted algún Estado
que haya conseguido
la secesión pacíficamente? Como
sé que no
va a contestar
ya les anticipo
a mis lectores
que la respuesta
es NO.
Bien,
señora Rahola, siga
usted con sus diatribas venenosas,
aquí o en Miami, dado
que ha ensanchado
usted sus horizontes
laborales y, según tengo
entendido participa, creo
como politóloga, porque
se presenta usted
con tantos títulos,
que una ya
piensa que es
catedrática del saber
en general, y
no nos intoxique
usted más con
falsedades. Lea, señora,
lea, e infórmese
antes de lanzar
soflamas que están muy
lejos de la
verdad. Alguien como yo, que no
vive de marear
la perdiz en
los medios, y que ni mucho menos
debe saber de
la vida tanto
como usted, cree
que un poco
de humildad no
le vendría nada
mal.
Y
no se alborote
usted, que los
tiempos andan revueltos,
y no vaya
a ser que
para ganar audiencia
no respete el
turno de palabra
del señor Carol,
mucho más conservador
que el antiguo
director de La
Vanguardia, que puede
que se harte
del tintineo de
su voz y
decida prescindir de
sus servicios.
Quedo
a su disposición
para lo que
considere oportuno.
Cordialmente
MARÍA
BASTITZ
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