La literatura
catalana de la
segunda mitad del siglo XIX,
dio grandes autores,
entre ellos Joan
Maragall (Barcelona
1860-1911), que pasó
a formar parte
de la corriente
de escritores modernistas
que imperaba en la época.
A pesar de
su prolifera obra,
me atrevería a
decir que la
mayoría de personas
reconocen a Maragall
por la última
estrofa de su
Canto Espiritual, que
se imprime hasta
la saciedad en
los recordatorios con
que la familia
de un difunto
obsequia a los
asistentes a sus
funerales y exequias.
Se lo adjunto
en catalán, tal
como lo escribió
el autor, y
también traducido al
castellano[1], y
seguro que me
darán la razón:
I quan vinga aquella hora de
temença
en què s’acluquin aquests ulls humans,
obriu-me’n, Senyor, uns altres de més grans
per contemplar la vostra faç immensa.
¡Sia’m la mort una major naixença!
en què s’acluquin aquests ulls humans,
obriu-me’n, Senyor, uns altres de més grans
per contemplar la vostra faç immensa.
¡Sia’m la mort una major naixença!
Y cuando
venga la hora del temor,
en que se cierren estos ojos humanos,
abridme, Señor, otros ojos más grandes
para contemplar vuestra faz inmensa.
¡Séame la muerte un nacimiento en grande!
en que se cierren estos ojos humanos,
abridme, Señor, otros ojos más grandes
para contemplar vuestra faz inmensa.
¡Séame la muerte un nacimiento en grande!
En
los tanatorios ofrecen
otras posibilidades, tanto
de las letras
patrias como de las universales,
pero la gente
se empeña en
ser fiel a
Maragall, como si
la adicción de
la mayoría a estos versos
formara parte del
ritual funerario del
país, en cambio
nadie se detiene
un solo instante
en el inicio
del Canto Espiritual,
que invita a
la reflexión y
augura un traspaso
más esperanzador. Júzguenlo
ustedes mismos.
Si el món ja és tan formós, Senyor, si es
mira
amb la pau vostra a dintre de l'ull nostre,
¿què més ens podeu dar en una altra vida?
amb la pau vostra a dintre de l'ull nostre,
¿què més ens podeu dar en una altra vida?
Si el mundo
es tan hermoso, Señor, cuando se mira
con vuestra paz, dentro de nuestros ojos,
¿qué más nos podéis dar en otra vida?
con vuestra paz, dentro de nuestros ojos,
¿qué más nos podéis dar en otra vida?
Señores, como
siempre, les invito
a la reflexión. Buenas noches
MARÍA BASTITZ
[1]
Traducido por Ángel
Valbuena Prat, con
el patrocinio de
la Generalitat de
Catalunya, Institut Ramón
Llull.