En medio de ese
espectáculo de desencuentros
y rivalidades en que, hoy en día, suelen
acabar las tertulias
radiofónicas y los
debates televisivos, donde
siempre participan los
mismos, que no
hacen otra cosa
que fomentar la
demagogia e intentar
imponer su ideología,
destaca una mujer
que tiempo atrás
intervino en política
y obtuvo cierta
popularidad: Fue diputada por
Esquerra Republicana de
Catalunya al Congreso
y, aunque no
le guste recordarlo,
vicealcaldesa de Barcelona.
Actualmente, su trayectoria
profesional es tan
intensa que cabe
pensar que ha
sido bendecida con
el don de
la ubicuidad. En
Wikipedia afirman que
fue corresponsal de
guerra y estuvo
presente en la caída
del muro de
Berlín (1989), en el proceso de independencia de los países
bálticos (1991) y en la guerra del
Golfo (1990-1991). Hasta aquí
nada que decir,
pero si se tiene en
cuenta que desde
el 29 de
junio de 1993
al 18 de
enero del 2000
ocupó un escaño
en las Cortes,
y como reportera
siguió informando, siempre
según Wikipedia, de la guerra de
los Balcanes, sería de
agradecer que por
lealtad a su
cargo, solo cubriera
la independencia de
Eslovenia (1991), de
lo contrario habría
incurrido en una
falta grave, el
pluriempleo, dado que
la guerra de
Croacia, de Bosnia, de
Serbia, el conflicto
kosovar, de Macedonia
etcétera…etcétera, coinciden con la época
en que era
diputada. Así como el
asalto al Parlamento
Ruso (septiembre de 1993)
y la guerra entre Etiopía
y Eritrea (1998-2000) dónde,
en Wikipedia también
afirman que estuvo
presente. El reglamento
de las Cortes
ofrece un sueldo
a quienes tienen
dedicación exclusiva, quizá
esta señora de
la que hoy
nos ocupamos, que
parece haber saltado
de las trincheras de las tierras
eslavas al Congreso,
que exige explicaciones
a todo el
mundo, nos tendría
que aclarar si
lo percibía o
no, y si
realmente cobró del
erario mientras se
entregaba al periodismo
bélico, estaríamos ante
un caso de
pillaje público, aunque
hay voces que
aseguran que el
asunto de las
guerras es pura
invención y las
armas que más
al alcance de
la mano ha
tenido son las
de las tiendas
de juguetes de la calle
del Mar de
Badalona.
Con
un vocabulario rico
en soflamas y
vacio en contenido
empezó a pasear
su narcisismo por
los medios como
si de un
oráculo divino se
tratara. Aterrizó en
programas de televisión
como Crónicas Marcianas,
la Noria, Els
Matins de TV3,
8 al Dia
de 8tv, y hasta hizo
incursiones en Intereconomía. Se convirtió
en colaboradora del
programa de Julia Otero, Julia
en la Onda,
de la Ser,
hasta que la
despidieron, y en
tertuliana habitual del
Món a RAC-1,
que presenta Jordi
Basté. Desde estas
tribunas airea su
vida privada, que para
la mayoría de
la gente no
tiene ningún interés.
Les dejo un
par de perlas
de su intimidad
para que sean
ustedes quienes puedan
juzgarlo. La señora, que
no se corta
ni un pelo
al hablar, y
cuando se le
ocurre algo lo
suelta sin reflexión
previa, dice haber
roto tres camas
haciendo el amor
con su marido
porque su pareja
se sustenta gracias
a que la
pasión está viva
y la compenetración es
total. Piensen ustedes
lo que quieran, yo me reservo
mi opinión. También
afirma que el
rey le tocó una de sus
tetas, tan republicana como el
resto de su
cuerpo, por supuesto, pero en
los años a
los que se
remonta, el soberano
podía echar mano
de damas mejor
dotadas. Lo peor
llega cuando suelta
sus peroratas, de
escaso rigor histórico,
cabe destacar que
su “historiadora” de
cabecera no es
otra que Pilar
Eyre, y más si van
ligadas al independentismo, ahora que
es consejera áulica, ya que el
President de la
Generalitat, que no
sabe qué hacer
con ella, pues
es un sabueso
incómodo, que el
sentido común aconseja
mantener en la
distancia sin que proteste y desate su lengua
viperina, la ha
designado miembro del
Consejo para la
Transición Nacional de
Catalunya. Y mientras sus
palmeros la defienden
porque, a su
entender, dice verdades
como puños, otros
menos temerarios, y hartos
de tanta demagogia,
piensan que calladita
estaría más mona.
En su Badalona
natal, todavía no
han olvidado un
incidente que trascendió
a la prensa
nacional e hizo correr ríos de tinta, cuando se comportó
como las españolitas
rancias y casposas
que tan a
menudo critica. Decía El
País en su
edición del 24
de febrero de
1996: "¿No sabe quién soy yo?".
La candidata de Esquerra Republicana de Catalunya (ERC) al Congreso desempolvó
este argumento para sacar el coche del depósito municipal de Badalona (Barcelona)
sin pagar la multa, lo que le ha valido numerosas críticas. El pasado domingo
dejó mal aparcado el coche de campaña y la grúa se lo puso a buen recaudo en el
depósito municipal de Badalona. Allí fue la candidata, que se empeñó en
llevarse el vehículo sin pagar previamente la sanción, alegando que el alcalde
le podía enviar la multa a su casa. Semejante
situación de oprobio,
hizo que todos
los partidos de
la oposición pidieran
en bloque que
dimitiera de sus
cargos, y como
ningún jorobado se
ve su joroba,
ahora es ella
la que, con
una verborrea que se debe
escapar al control
de su voluntad,
porque de lo
contrario sería menos
agresiva, exige dimisiones
a todo el
mundo.
No sé si
a estas alturas
saben ya de
quien se trata,
pero si les
digo que, con
el paso de
los años, cambió
su escaño de
diputada por un
sillón en el
Gran Debate, les
será fácil adivinar
que la susodicha
no es otra
que Pilar Rahola.
Sus opiniones
contradictorias hacen perder
los nervios a
más de uno,
y sirven en
bandeja la polémica
allí a donde
va. Defiende, contra viento
y marea, la
República, sin embargo es
capaz de presentar
un libro de
Pilar Eyre dedicado
a la reina.
En la radio
exige al señor
Maruhenda, director de un periódico
de ámbito nacional,
y que no
es santo de mi devoción,
que explique por
qué en su diario
se ha publicado
esto o aquello.
Las respuestas vagas de
Maruhenda, que están
en las antípodas
del nacionalismo, la
irritan sobremanera y
empieza la discusión,
que degenera en
una especie de
altercado arrabalero que
eclipsa las voces
de los demás
tertulianos radiofónicos.
Así las cosas,
Pilarín, en Sant
Jordi publicó libro: Una
novela. Y el
Gremio de Libreros
de Barcelona la
colocó en la
lista de autores
mediáticos, donde ocupaba
el segundo puesto
en el ranking
de ventas, cosa
que no es
de extrañar, dado
que desde las
siete hasta las
diez de la
mañana del 23
de abril, solo
en Rac-1, anunciaron cinco
veces su obra. Pero
Rahola tenía que
dar la nota
con su voz
altisonante: ¿Mediática ella? ¡Claro
que no! Debe de
pensar que lo
suyo es literatura
pura y si
vende es gracias
a su prodigiosa
pluma. Pilarín, siempre tan
resabiada, es corta de entendederas y
alguien tendría que
explicarle la cruda
realidad, si la
mantienen en este
tipo de programas
es porque, tal como
se conoce en
el argot televisivo,
aumenta el share y
sus opiniones inflaman
a la audiencia,
es decir, mediática más
que ninguna. Lo
cual ayuda a
vender muchos libros
y es un
alivio para el
bolsillo, pero no deja
de ser un
problema si se quiere obtener el
Premio Nobel. Pues
bien, a lo
que íbamos, a
Rahola, que no
considera que la desgracia
o la grandeza
de su obra, esté ligada
a sus apariciones en los medios,
se la escuchó
haciendo pucheritos el 24 de
abril, en las
ondas de Rac-1:
¡Me han menospreciado! ¡No se puede
jugar de esta manera con la obra de la gente! ¡Nos han hecho daño deliberadamente!
Es literatura pura. Puede
ser buena o mala, pero ¡es literatura! Un
libro mediático es ése que sale en Sant
Jordi, que tiene un corto recorrido
y voluntad de ser popular. ¿Y
yo qué? ¿Seré mediática toda la vida, aunque deje de salir en los medios? La
clasificación de autores mediáticos es muy indecente. Es una imbecilidad. Y mañana se habrá olvidado toda esta polémica porque mi
libro gusta... Y me
disculparán si no continuo
con semejante diatriba
porque es
infumable.
Sus
palabras irritaron tanto
al Gremio, que
publicó una lista
única, entonces su
novela, cayó de
la segunda posición
a la décima.
Y a día
de hoy ocupa
el puesto noventa
y dos entre
los más vendidos
en catalán en
Amazon, y por ahora pocos
críticos se han ocupado de
tan insigne relato,
pues solo he
encontrado un comentario,
que no lo
deja nada bien: No
es fácil reconocer el propósito de la autora. Parece que hace una mezcla de muchas
cosas y ni ella misma acaba de saber qué piensa.
Pero
que tiemblen las
letras nacionales porque,
de ahora en
adelante, según afirma
El Confidencial.com: Es
el inicio de
un camino que
ya no piensa
abandonar. Pilarín quiere
dedicarse a la
Literatura y dejar
otros menesteres que
habitualmente la mantienen
ocupada. Señores, ya
están advertidos.
MARÍA BASTITZ
Pues no le auguro a esta señora mucho futuro en la literatura, porque, en las tertulias donde participa, su única forma de convencer es dar más voces que el resto y comportarse de una manera muy maleducada.
ResponderEliminarEn cuanto a ERC, si el propio Ramón Franco fue diputado por ese partido, no me sorprende que lo pueda ser cualquiera.
Saludos.
Estamos de acuerdo, Aliado. Saludos cordiales.
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