La meva terra crema, igual que el meu cor, el veure el meu país morir exhaust en mans de ineptes.
Mi tierra arde, igual que mi corazón, al ver a mi país morir exhausto en manos de ineptos. Trece mil hectáreas quemadas en el Alt Empordà, de las que nueve mil están totalmente calcinadas. Tres muertos y veinticinco heridos.
¿Se habría podido evitar una situación tan dramática, a pesar de la fuerte tramontana?
El alcalde de Tarrades, municipio situado a 12 kilómetros de Figueras, repito a 12 kilómetros de Figueras, se ha quejado públicamente de que cuando pidieron ayuda al 112, servicio de emergencias, porque estaban cercados por las llamas, solo aparecieron els mossos d’esquadra, y que fueron los vecinos del pueblo los que tuvieron que luchar, solitos, contra el incendio. Mientras tanto, Felip Puig, conseller d’Interior decía que los recortes del Gobierno del President Más, no habían afectado al cuerpo de bomberos.
Hoy media Catalunya se abrasa, y la otra media contempla impotente la humareda.
Señores, piensen lo que quieran, hoy más que nunca, les invito a la reflexión.
Buenos días.
MARÍA BASTITZ
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